martes, 24 de enero de 2012

Cuento: La historia de Pepe

Pepe era el tipo de persona que te encantaría ser. Siempre estaba de buen humor y siempre tenía algo positivo que decir. Cada vez que lo encontrabas en la calle, al preguntarle ¿cómo estas? el respondía:
"Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo".

Había tenido varios destinos y sus colaboradores le habían seguido en todos ellos. La razón de que le siguieran era por su actitud: era un motivador natural. Si un empleado había tenido un mal día, Pepe estaba ahí para mostrarle el dado positivo de la situación.

Ver este estilo realmente me causo curiocidad así un día fui a buscar a Pepe y le pregunte:

- No lo entiendo, no es posible ser una persona positiva todo el tiempo... ¿Cómo lo haces?

Pepe respondio:
- Cada mañana me despierto y me digo a mi mismo: Pepe tienes dos opciones hoy; puedes escoger estar de buen humor o de mal humor; escojo estar de buen humor.
Cada vez que sucede algo malo puedo escoger ser victima o aprender de ello y escojo aprender de ello.
Cada vez que viene a mi alguien para quejarse, puedo aceptar su queja o mostrarle le lado positivo de la vida.

- Si claro, pero no es tan fácil- proteste.

- Si lo es -dijo Pepe- Todo en la vida es acerca de elecciones. Cuando quitas todo lo demás cada situación es una elección. Tu eliges como reaccionar antes cada situación, tu eliges como la gente afecta tu estado de ánimo, tu eliges estar de buen o mal humor. En resumen: tu eliges como vivir la vida.

Reflexione sobre lo que Pepe me dijo...

Perdí el contacto con Pepe, luego de un tiempo, pero siempre me acordaba de él cuando tenía que tomar una decisión en la vida en vez de reaccionar ante ella.

Años después me entere que Pepe hizo algo que nunca hay que hacer: dejar la puerta de un negocio abierta en la noche. Entraron 3 ladrones armados y le robaron. Mientras trataba de abrir la caja fuerte, por el nerviosismo, resbalo de la combinación... los ladrones sintieron pánico y le dispararon. Por fortuna encontraron a Pepe a tiempo y llevado a emergencias a una clínica. Después de 8 cirugías y 4 meses de terapia le dieron de alta.

Me encontré con Pepe seis meses después del accidente y cuando le pregunté como estaba me respondió:

- Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo.

Le pregunte que pasó por su mente en el momento del asalto y me dijo:

- Lo primero que me vino a la mente fue debi haber cerrado con llave la puerta de atrás. Cuando estaba tirado en el piso recordé que tenía dos opciones, podía elegir vivir o elegir morir. Elegí vivir.

-¿No sentiste miedo?- pregunte.

- Los médicos fueron geniales, no dejaban de decirme que iba a estar bien. Pero cuando entre al quirofano y vi las expresiones en las caras de aquellas personas realmente me asuste, podía leer en sus caras "es hombre muerto". Supe entonces que debía tomar una decisión, y cuando uno de los médicos me preguntó si era alérgico a algo, respiré profundo y dije "Si, a las balas" y mientras reian les dije "Estoy escogiendo vivir, opérenme como si estuviera vivo, no muerto".

Pepe vivió por la maestría de los médicos pero sobretodo por su asombrosa actitud. Aprendí que cada día tenemos la elección de vivir y de cómo hacerlo... Al final la decisión de cómo eres, cómo te ves, cómo te sientes y cómo vives es tuya!!!

Ahora tú tienes dos elecciones, una cerrar la página y olvidar el cuentito que leíste sobre Pepe y la otra elegir vivir!





Yo elegí vivir.

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